miércoles, junio 13, 2018

¿Es sostenible el modelo actual de transporte?

El crecimiento de las sociedades se evidencia más íntimamente con los cambios de paradigma a los que se ven sometidas. Los modelos económicos de gestión, por ejemplo, son modelos que se crean, se desarrollan y dejan de ser útiles.
Las personas estamos constantemente tras la mejora continua, una vez cubiertas determinadas necesidades, buscamos mejorar y crecer. Lo mismo le sucede a las sociedades, los modelos sostenibles son en la actualidad una cuestión que está en pleno debate y que aparece en todos los ámbitos, y el transporte y la logística no se encuentra ajeno a este debate.

Ante la pregunta sobre si es sostenible el modelo actual de transporte, la respuesta tiene tantas matizaciones como ámbitos tiene el transporte y la logística. Pero no tan sólo se debe pensar en la forma en que lo conocemos ahora, sino en cómo deberá de ser el día de mañana, cómo se proyectará en el tiempo y qué necesidades deberá cubrir. Ya no es suficiente con transportar, mover mercancías de un lugar  a otro y entregar, hay otros aspectos que cobran una importancia  capital: seguridad, limpieza, aplicación de nuevas tecnologías y estos aspectos  son los que van a medir la sostenibilidad del transporte. Todos ellos: seguridad, descarbonización, aplicación de sistemas inteligentes y automatización  junto con el transporte dan lugar a la concepción de movilidad. El modelo tradicional de transporte está superado. La sostenibilidad del transporte estriba en crear una  movilidad  segura, limpia y conectada o incluso autónoma.

En el año 2000, Nicholas Negroponte, gurú de las TIC, acuñó el término “indigentes digitales” que paradójicamente no está relacionado con ser del norte o del sur, ni tampoco con el nivel o potencial económico, pero sí que está relacionado con nuestra relación con las tecnologías de la información y la comunicación y con la era digital.

No paramos de innovar y desarrollar modelos económicos basados en la digitalización a una velocidad impensable hace simplemente un par de décadas, de tal forma que ya se habla de la cuarta revolución industrial.

Esta revolución influye en todos los estratos industriales y de servicios del sector primario al quinario. En el primario, la influencia de las nuevas tecnologías permite una mejora en la producción y el seguimiento de los alimentos, pudiendo ver desde el móvil, por ejemplo, el grado de humedad de nuestras plantaciones de tomates.
En el sector secundario, importantísimo desde el punto de vista del desarrollo, ya se habla de la industria 4.0.
En el terciario no podrían desarrollarse los servicios sin la ayuda de  Internet y de las APP. Especial interés tiene el sector cuaternario, el del conocimiento (consultoría, educación, investigación, etc.) y el quinario, cuyo nexo de unión entre sus diferentes ámbitos (salud, educación, cultura, actividad doméstica, etc.) es la sostenibilidad y la mejora de la calidad de vida de las personas.

Y aquí vuelve a surgir el término sostenibilidad. Pues bien, a mi entender el transporte, en términos generales, está influido por las nuevas tecnologías que están haciendo posible su transformación. ¿Cuáles son las tendencias que están ayudando a que el transporte y la logística cambien?
La primera es una combinación de tecnologías que digitaliza la cadena de valor del transporte y la logística. La segunda sería las marketplaces y plataformas de intermediación online para transformar y simplificar los servicios. También la experiencia del cliente es el objetivo (conocer sus usos, flujos y demandas) o el concepto de movilidad multimodal, pasando por el Car as a Service. Otra de las tendencias es la movilidad local, la regulación y la nueva movilidad, los vehículos autónomos, las infraestructuras inteligentes y cualquier tecnología que actualmente se puede extrapolar al sector1

Hasta ahora hemos hablado de la aportación de las nuevas tecnologías y la digitalización al sector del transporte y la logística, pero me gustaría hablar del factor humano y el papel que juega, y jugará, para la sostenibilidad del sector, lo que es sin duda un binomio indisociable. El factor humano no puede ser obviado, todo lo contrario, se debe hacer un gran esfuerzo para que sea integrado en las TIC porque sin él no habría sostenibilidad.

En las últimas semanas observamos cómo en los medios de comunicación especializados se habla del fuerte empuje del transporte y la logística en la economía nacional, que actualmente supone un 8% del PIB, lo que viene a ser unos 11.000 millones de euros y da trabajo a más de 950.000 personas2.
Difícilmente podremos hacer sostenible un sector si no incluimos a su capital humano.

El empuje de la economía hace que el flujo de mercancías entre productores, vendedores y clientes crezca y que ese crecimiento implique un reto transversal que va de la fabricación y el almacenaje hasta el transporte de esa mercancía, este proceso es de tal magnitud que solamente el transporte de mercancías necesita en la actualidad entre 10.000  a 15.000 conductores.

Si observamos la evolución en cuanto a ocupación, en la actualidad ya hay más empleos que en el momento de eclosión de la crisis en el año 2008; por lo que, no únicamente en el sector hay falta de conductores, también hay necesidad de trabajadores cualificados en toda la cadena de valor del sector. Y este es uno de sus grandes retos: conseguir un capital humano cualificado que cubra las necesidades actuales y futuras que los retos tanto de la digitalización como del comercio electrónico (e-commerce) han puesto encima de la mesa. Pero conseguir esta sostenibilidad no depende exclusivamente de las nuevas tecnologías, sino que el factor humano resulta determinante. Es necesaria  la formación, educación y sensibilización de conductores y profesionales del transporte y  la facilitación de la incorporación de la mujer a este nuevo modelo para avanzar hacia una movilidad sostenible.

Una tercera parte de los empleados en el transporte europeo superan ya los 50 años de edad; además, este sector está formado mayoritariamente por hombres, casi en un 79%, y tiene una representación femenina del 21%. Esta desproporción debería ser mejorada haciendo más atractivo este sector en todos sus ámbitos.
La Comisión Europea, consciente de ello, se ha plateado el objetivo de desarrollar una política con la finalidad de atraer a más mujeres a trabajar a este sector3.

Nuevos retos, nuevas necesidades, nuevas competencias para hacer frente a este cambio de paradigma siendo la formación la piedra angular del proceso.

La formación superior en el ámbito del transporte y la logística está consolidada y corresponde principalmente a los directivos y determinados perfiles con responsabilidades. Por otro lado, encontramos a faltar más empuje y más ayuda para implantar y potenciar de forma genérica en el ámbito educativo los grados medios y superiores y así continuar con el trabajo de implementación de la formación continua en las empresas; con ello conseguiremos dotar a este colectivo de las grandes competencias necesarias para el desarrollo de su actividad y, por ende, que sus valores sean reconocidos por la sociedad.

Atraer a nuevo capital humano que asuma como propio el sector pasa por ofrecer grandes y atractivos retos, así como la posibilidad de desarrollo personal. Entre todos debemos cambiar la imagen de un sector “refugio” y para ello es necesaria  la formación, la educación y la sensibilización de conductores y profesionales del transporte y facilitar la incorporación de la mujer para avanzar hacia una movilidad sostenible; y no cabe duda que la Empresa debe estar articulada desde la Educación, dando acceso a los jóvenes a la carrera del transporte y la logística en cualquiera de sus ámbitos, desde los más básicos a los intermedios y finalmente a las formaciones superiores.

Las carencias deben ser cubiertas e impulsar la adquisición de competencias tecnológicas, idiomas, automatización de procesos, etc., pero sin la ayuda del sistema educativo esto será muy complicado conseguirlo y hará que sigamos en el eterno bucle de no aproximarse al sector por la imagen poco atractiva que de él se ofrece.

Pero la realidad es completamente distinta para el transporte y la logística porque para el sector el futuro ya ha llegado y tienen una gran necesidad de capital humano que le ayude a explorar las nuevas oportunidades y haga frente a los nuevos retos.


Manuel Nogales
Director de Desarrollo
ETRASA


1 La transformación digital de los sectores del transporte y logística. Fundación Orange 2016
2 Instituto Nacional de Estadística EPA. Mayo 2018
3 López Leza Consultores
Publicado en el Boletín FTP (Formación para el transporte profesional)