Un relato que quiero que sirva como condena a la violencia, a la pena de muerte y a las injusticias que provoca un sistema de justicia imperfecto.
En Estados Unidos en 1944 se respiraba aires de ganadores, se estaba a un año del fin de la segunda guerra mundial y se sabían como la potencia que impulsaría al mundo occidental, con gran sacrificio en vidas humanas y un único ataque en su territorio.
Pero esa gran nación, como todas las sociedades en algún momento, transitan entre luces y sombras, entre la luz y la oscuridad, entre el avance social y discriminación, esa sociedad era capaz de dar lo mejor a sumirse en lo más sórdido y oscuro del ser humano, el racismo y el odio, por ser diferente, por ser de otro color.
Leyendo sobre que pasaba en los años 40 y 50 en el mundo me encontré con la historia de George Stinney, quede tan impactado que necesité investigar sobre lo ocurrido y finalmente compartirlo con todos vosotros, un hecho que no debería haberse dado, un crimen que jamás se tendría que haber cometido.
Espero que lo disfrutéis.
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